CÓMO COMBATIR LA INACTIVIDAD PROVOCADA POR LA CUARENTENA DEL "CORONAVIRUS"


El coronavirus está trayendo más consecuencias de las que podíamos imaginar. La cuarentena en casa para salvar vidas y frenar el contagio, nos obliga a adaptar la mayoría de nuestras rutinas. Una muy importante es nuestra actividad física diaria.

Para que el sedentarismo, la falta de movimiento y de actividad física no traigan mayores consecuencias a nuestra salud a largo plazo es importante organizarnos y hacer ejercicio físico en casa y movernos todo lo posible. Incluso, podemos hacerlo juntos y en familia para que las consecuencias del coronavirus no produzcan aún más problemas en nuestras vidas.

No debemos olvidar que el ejercicio físico de forma regular y continuado es un aliado claro en la prevención y el tratamiento de numerosas enfermedades. El sobrepeso y sobre todo la obesidad son factores de riesgo muy importantes, pero también de los más prevenibles, sólo basta hacer ejercicio físico todos los días y/o de forma regular,- adaptado siempre, eso sí, a nuestra condición física.

Y muy importante, debemos crearnos un hábito saludable de ejercicios para evitar un problema latente en nuestra sociedad, la obesidad infantil: en la actualidad, más de un 20% de los niños y niñas entre 8 y 16 años sufre sobrepeso y más del 14% obesidad.

En total, un tercio de la población no está en el peso que le correspondería estar. Qué mejor que aprovechar estos días de cuarentena para realizar ejercicio físico con nuestros pequeños y no dejarles todo el día sentados en el sofá viendo la televisión o jugando a video juegos y cosas similares.

Los principales  riesgos de la inactividad son:
El cuerpo pierde facultades
Nuestro organismo es un mecanismo complejo que debe cuidarse para que funcione siempre de manera correcta. Un cuerpo que no se mantiene pierde facultades, lo que deriva en una pérdida de capacidades físicas. Para cuidarse no es necesario hacer deporte en exceso, la solución puede estar en los pequeños gestos como subir por las escaleras, andar de un lugar a otro de vez en cuando en vez de utilizar siempre el coche o el transporte público o dedicar 30 minutos a hacer ejercicio.
Poner excusas y hacerse el remolón para no hacer ejercicio físico diario puede repercutir en la salud, haciendo que nuestro cuerpo pierda resistencia y fuerza por la falta de trabajo de los músculos, huesos y articulaciones.
El cuerpo se fatiga más fácilmente
El deporte es, además, una fuente de energía. Hacer deporte contribuye a evitar la fatiga, por contradictorio que pueda parecer. Aunque cuando realizamos ejercicio nos cansamos, la energía se repone y pasado un rato nos sentiremos mejor.
Riesgo de sufrir más enfermedades
No trabajar la capacidad pulmonar o cardiovascular puede derivar en enfermedades por la falta de fortalecimientos de estas funciones. Los huesos pueden sufrir las consecuencias, así como los músculos y las articulaciones, volviéndose  débiles.
Envejecimiento
Otra consecuencia de la falta de ejercicio puede ser el envejecimiento prematuro. Nuestro cuerpo pierde fibras musculares, el metabolismo se vuelve más lento y empeora el riego sanguíneo. Hacer deporte nos ayudará a mantenernos jóvenes tanto por dentro como por fuera.
Cuerpo sano, mente sana
Cuando realizamos deporte aumenta la producción de endorfinas que activan nuestro cerebro, lo que contribuye a reducir el estrés y a sentirnos mejor con nosotros mismos. Algunos estudios han llegado a relacionar la falta de deporte con una mayor probabilidad de sufrir depresión


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